La capital de Indonesia tiene algo que me resulta familiar y se lo que es, es un look muy parecido a Nueva Delhi. La basura por sus calles, los tuk-tuks, los puestos callejeros y su olor. Pero solo eso, en todo lo demás es diferente; es un ciudad moderna, rápida, llena de rascacielos y mezquitas por doquier.
Y como todo en esta vida son casualidades me encontré de lleno y porrazo con el Hinduismo en el centro de la ciudad. Pude asisitir a la celebracion del Ogoh-ogoh en el centro de la capital.
Es te festival balines-hinduista celebra el año nuevo en la isla sacando a la calle representaciones de los demonios que se han de marchar. Pero es tal la importancia que también se celebra en Jakarta y donde asisten las principales figuras políticas que están vinculadas a el, tube la oportunidad de codearme con la congresista por Bali, el congresista de Jakarta y varios embajadores. Es lo bueno de ser el único occidental en la celebración.
El día después de este festival se le conoce como "silence day" y es un día en el que toda la isla de Bali se paraliza, no aterrizan aviones, no se enciende ninguna luz y a los turistas no se les permite salir a la calle. Pues se supone que es el día en que los demonios abandonan la isla para no volver mas.
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